Zapatos colegiales para la vuelta al cole.
A todos los padres nos preocupa la salud de nuestros hijos. Uno de los problemas que llegan con la vuelta al cole es la elección de un buen zapato colegial para nuestros hijos. Los niños necesitan un calzado apropiado para que puedan explorar el mundo con seguridad y aquí te vamos a dejar un montón de consejos para que elijas el mejor par de zapatos para ellos.
Lo primero en que debemos pensar es en la edad de nuestros hijos, ya que de eso dependerá principalmente el tipo de calzado colegial que busquemos para ellos. A grandes rasgos, son:
- De 0 a 18 meses: se recomienda no usar zapatos, solo calcetines o patucos para que no pasen frío. A partir de los 9 meses, que la mayoría de los bebés empiezan a gatear, podemos usar zapatos muy blanditos, sin suela, pero priorizando que puedan ir descalzos la mayor parte del tiempo.
- De 18 meses a 4 años: suela flexible de 3 a 5mm y escoger una talla que deje un cm entre los dedos y la punta del zapato. Es recomendable escoger zapatos con velcro para que ellos puedan aprender a ponerse y quitarse solos.
- De 4 a 7 años: suela de 8mm y material flexible, sobre todo en la zona delantera del pie. En esta edad pueden aprender a atarse los cordones de los zapatos.
- A partir de 7 años: se comienza a conformar su pisada adulta, por lo que se recomiendan zapatos estables en la zona del talón y con cordones para regular el ajuste del pie, con una suela flexible que le permita correr y jugar con libertad.
En Calzados Arpe tenemos una gran variedad de calzado colegial. Aquí os dejamos unos consejos que vendrán bien sea cual sea la edad de nuestros hijos:
> No heredar el calzado colegial
El uso continuado de un par de zapatos adaptará la plantilla y la horma a nuestro pie por lo que, si lo heredamos de un hermano a otro, el segundo estará muy incómodo.
Solo recomendamos esta práctica si el zapato ha tenido muy poco uso y la plantilla apenas se ha deformado.
> Darle importancia a los materiales
El calzado colegial debe ser flexible y transpirable. De preferencia los elegiremos de piel tanto por dentro como por fuera, ya que la piel es un material que con el calor de nuestro propio cuerpo se adapta a nuestro pie, y además transpiran mejor que los zapatos hechos de polipiel o plástico.
Además, si el material es de buena calidad abundaremos en la durabilidad del calzado. Los niños pueden someter a los zapatos a muchísima presión, así que si los zapatos son de una calidad mediocre o mala durarán poco tiempo.
> Costuras
Es interesante tener en cuenta que el zapato no tenga costuras en el interior que puedan causar rozaduras o molestias en el pie del niño.
> Plantillas aislantes y antibacterianas
La plantilla del zapato debe aislar el pie del sudor, ya que tener el pie húmedo puede llevar a que crezcan hongos en los dedos.
Este tipo de plantillas favorece que haya una buena pisada, que no haya una sobresudoración excesiva, y no favorecer la aparición de hongos y bacterias.
> Renovarlos periódicamente.
Un zapato debe dejar de usarse cuando comience a romperse, ya que no queremos que termine de romperse mientras juega o corre y que haya un accidente. Una buena forma de alargar la vida de los zapatos es tener dos o tres pares e irlos intercalando.
Aquí también hay que observar al niño, porque cada uno es un mundo. Algunos tienen la virtud de hacer que el calzado colegial le dure justo un curso. Hay otros que no llegan a las navidades.
Revisar con frecuencia los zapatos de los niños ayudará a anticiparnos a una rotura y comprar el siguiente par antes de que el escolar los rompa en mitad del colegio.
> Suela adecuada para evitar sustos
La suela del calzado escolar debe ser antideslizante, para que puedan correr y jugar sin riesgo. Sobre todo en los días de lluvia, si no tienen botas de goma. Los mejores materiales son TR o goma.
> Buen ajuste al pie
Debemos buscar la talla correcta, que no apriete el pie pero que tampoco le quede demasiado grande para que así le dure más. Se recomiendan las punteras redondeadas, ya que respetan la forma de los dedos y son más cómodos; y que haya un centímetro de espacio entre los dedos y la puntera del zapato.
> ¿Velcro o cordones?
Una buena forma de enseñarle autonomía a los niños es mediante pequeñas acciones y gestos que puedan realizar ellos solos.
Uno de ellos es aprender a ponerse y quitarse los zapatos sin ayuda de sus padres o profesores, por eso elegiremos calzado fácil de poner y quitar, con velcro para los más pequeños, pudiendo pasar a los cordones cuando sean más mayores y sepan abrocharlos solos.
Además, este tipo de cierres permiten ajustar más o menos el zapato, por lo que permitirá que si nuestro hijo tiene el pie más delgado o más ancho el zapato se le adapte sin problema.
> Zapatos deportivos
Para la práctica de actividades deportivas es importante tener en cuenta qué tipo de deporte va a practicar y sobre qué superficie, y en base a eso elegiremos los mejores materiales. Es especialmente relevante elegir la talla correcta en este caso.
Hay que tener en cuenta que no es lo mismo correr sobre grava, parqué, césped, alvero o solería. Cada deporte se desarrolla en una superficie, y esto condiciona el tipo de calzado deportivo que va a usarse.
Todo esto puede ser compatible con estilos que estén acorde con los gustos de nuestros hijos, por eso en Calzados Arpe tenemos gran variedad de zapatos deportivos para niños para que tú sepas que ellos llevan la mejor opción y ellos puedan empezar a reflejar su personalidad en sus prendas de vestir.