Hay ciertas dolencias que pueden afectar a nuestros pies, como la diabetes, una mala circulación en las piernas, llevar las uñas mal cortadas (¡pueden encarnarse!) o abusar de zapato inadecuado, como por ejemplo usar tacones altos si vamos a caminar.
Problemas que puede causar llevar calzado incómodo y cómo evitarlos
Zapatos para pies planos
Esta es una de las anomalías más frecuentes en los pies, y nos recuerda lo importante que es usar el calzado adecuado para caminar. Llamamos pie plano a aquellos pies cuya bóveda o arco plantar tiene menos altura de la normal. El arco plantar es el que se encarga de proporcionar estabilidad y repartir y amortiguar el peso de nuestro cuerpo en cada pisada. Por ello, tener menos altura en este arco puede provocar molestias, dolores o tensión muscular en las piernas.
Para evitar las molestias asociadas a esta dolencia, los podólogos recomiendan usar zapatos cómodos. Si se puede, zapatos especiales para este tipo de pie. Si no se puede, o para una ocasión especial quieres usar un zapato convencional, los médicos recomiendan cambiar la plantilla estándar que trae el calzado y sustituirla por unas personalizadas a tus pies. Esto hará que el pie se adapte mejor al zapato, disminuirá los posibles dolores y estaremos más cómodos.
Zapatos para pies con juanetes
Una de las dolencias que más preocupa en lo relativo a los pies es la aparición de juanetes, ya que pueden resultar muy dolorosos. Aunque tienen un componente hereditario, una de las causas que nos puede llevar a desarrollarlos es usar continuamente calzado de baja calidad o inapropiado para la actividad que realicemos. Es más común en mujeres que en hombres, ya que las hormas de los zapatos de mujer suelen ser más estrechas de lo necesario, con puntas muy estrechas y tacones altos. Esta presión sobre los huesos los lleva a deformarse, y los tacones altos hacen que el cuerpo adopte una postura en la que todo el peso del cuerpo recae sobre los metatarsianos. Por ello, es imprescindible usar el zapato adecuado en casa ocasión, evitando los tacones finos y las puntas apretadas para caminar, por ejemplo.
Las personas que tienen juanetes deben optar por zapatos cómodos de puntas redondeadas, evitando a toda costa las puntas estrechas que limiten la movilidad de los dedos y los presionen. También deben mantenerse en tacones de entre 3 y 5 centímetros. Confortables para la espalda pero que no desplacen el peso del cuerpo.
Zapatos para pie cavo
El llamado pie cavo es justo lo contrario al pie plano. En este tipo de pies el arco está demasiado pronunciado, lo que hace que todo el peso del cuerpo se reparta entre el talón y los metatarsos. Esto puede ocasionar callosidades, dedos en garra, tendinitis…
Como en anteriores problemas, aquí también es necesario comprar calzado cómodo y apropiado para nuestro pie. Además de complementar nuestros zapatos con plantillas ortopédicas si nos lo prescribe nuestro médico. Para usar este tipo de plantillas necesitarás un calzado que tenga un ancho especial y que el soporte en el talón sea alto.
¿Cómo debe ser el calzado adecuado para caminar?
Que sea de tu talla
Más de una vez nos hemos visto tentados a comprar un zapato que no era de nuestra talla solo porque no había de la nuestra y nos encantan, o están muy rebajados… ¡mal! Si nos quedan pequeños nos apretarán los dedos y nos rozarán más de lo normal. Si nos quedan grandes el pie nos bailará, por lo que podemos tropezarnos.
Muchas marcas ya tienen medias tallas, no dudes en preguntar si sientes que el zapato no se adapta completamente a tu pie.
Suela
Fíjate bien en que sea flexible, se adapten a tu movimiento pero que, a la vez, amortigüen tu pisada. Aparte de no sentir todas las irregularidades del suelo, no recibirás el impacto de cada paso en tus rodillas. Otra buena característica de las suelas es que sean antideslizantes ya que, en muchas ocasiones, por evitar la caída o los resbalones frenamos bruscamente y desgastamos nuestras rodillas.
Materiales
Prioriza los zapatos de calidad hechos de piel. No es solo una cuestión de estética, sino que la piel ofrece una mayor flexibilidad y transpirabilidad. Los materiales sintéticos suelen condensar el calor del pie dentro del zapato lo que, junto a un poco de sudoración, es el caldo de cultivo perfecto para los hongos.
Interior (forro y costuras)
Si es importante que el exterior del calzado sea de piel, el interior… ¡Aún más! Un forro de piel de calidad y sin costuras nos evitará rozaduras y ampollas, así como los ya mencionados hongos.
Adecuado a tu tipo de pie
Piensa en tu pie y sus características: ¿es ancho? ¿estrecho? ¿tenemos el pie cavo o plano? Busca un zapato que se adapte a la fisionomía de tu pie e irás cómodo todo el día.
Adecuado para la actividad
Es muy importante que elijamos un zapato acorde a las actividades que vayamos a realizar en el día. Debemos tener en cuenta si vamos a andar mucho, si vamos a estar de pie largos de periodos… Elige tus zapatos pensando en la actividad que vas a realizar y prioriza la salud de tus pies y espalda.